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miércoles, 8 de julio de 2009

Debo aceptar . . .



Debo aceptar que los planes pueden desaparecer en un instante, porque el futuro se mueve como él desee y no como a mí me de la gana. Si éste me permite hacer algunas cosas sobre él, debo estar agradecida y NO LAMENTÁNDOME por todo lo que no pude hacer.

Debo aceptar que en el amor, como en cualquier otra cosa de la vida, existen los tropiezos, las caídas y los dolores, y el miedo, lo único que hace es dificultar más las cosas.

Debo aceptar que en algunas ocasiones es necesario pasar por un gran dolor para conocer una gran felicidad, ya que a veces el suelo del fondo es el más apto y firme para brincar.

Debo aceptar que alrededor del amor, la sociedad ha creado muchas cosas que son un fraude. Por eso debo dejar de volverle la cara a la verdad sólo por seguir en una falsa comodidad o por miedo al dolor. Si la vida me demuestra que aquello en lo que puse mi corazón es una mentira, debo aceptarlo; llorando, desahogándome y renaciendo como la nueva persona que seré.

Debo recordar que a veces, lo bueno se obtiene ESPERANDO y presionando se arruina. Por eso es necesario tener paciencia, esperar tranquilamente y recordar... Que la impaciencia es producto de un impulso emocional que tal vez pronto pasará. Que la impaciencia asfixia a quien está conmigo. Que la presión se puede convertir en irrespeto. Que tomar una decisión mientras estoy impaciente es peligroso, porque estoy influida por un estado emocional extremo y pierdo toda objetividad, ahí no va mi verdad, va mi impulso, mi compulsión, y podría hacer algo de lo que ME ARREPIENTA.

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